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El balance del año agrario 2017 en la provincia de Alicante ha estado marcado por la acuciante sequía, en la que nos encontramos inmersos desde hace cuatro años, y que se ha agravado severamente desde que en mayo se cerrase el trasvase Tajo-Segura, y por la aparición en el norte de Alicante de la bacteria Xylella Fastidiosa, de la que ya se han declarado cinco focos, con más de 106 parcelas afectadas en las comarcas de las Marinas y el Comtat.




 Estos acontecimientos son la consecuencia directa de que la superficie agraria haya descendido en un 1%, afectando principalmente a frutales y hortalizas. La única nota positiva del año la pone el valor económico de las plantaciones, gracias a que los cítricos y las hortalizas alcanzaron precios en campo razonables para el productor.

 

. El año agrario 2017 podríamos calificarlo como un año muy desigual, hídricamente hablando. Empezábamos el ejercicio con la resaca de uno de los aguaceros más intensos que se recuerdan en los últimos 30 años, después de que diciembre del 2016 nos dejara una gota fría que desbordó el río Segura a su paso por Orihuela, inundó campos y ciudades, dejando 140 litros en la Vega Baja, más de 300 en L´Alcoià, y más de 100 litros en las Marinas y Comtat. Posteriormente, en enero del 2017, se produjo el peor temporal de nieve de los últimos 40 años, que consiguió recargar los acuíferos y pantanos de las comarcas del norte de Alicante, al tiempo con obró el milagro de sanar en gran medida los castigados árboles de secano de la montaña.

Pero el espejismo del fin de la sequía cíclica que padecemos desde hace cuatro años ante tal abundancia hídrica, no era más que eso, una mera ilusión, ante el dato de que las precipitaciones acontecidas dejaban el invierno más lluvioso en la provincia en los últimos 24 años. Aun así, gran parte de esta agua, sobre todo, la caída en la Vega Baja, acabó en el mar, debido a la falta de sistemas de almacenamiento de agua en esta zona, a lo que se unió, que los siguientes meses destacaron por ser extremadamente secos. Concretamente y, según el MAPAMA, el año hidrológico 2017 ha sido el 8º más seco desde 1981 en España. 

La intensa sequía que ha asolado España hizo descender los niveles en los pantanos, como en la cabecera del Tajo, provocando el cierre del trasvase del Tajo-Segura desde el mes de mayo. Un hecho que ha sentenciado y tiene con la soga al cuello al sistema agroalimentario del levante español. 

Desde ASAJA Alicante hemos contabilizado la pérdida de más de 1.000 hectáreas de hortalizas en la comarca de la Vega Baja, que afectan principalmente a cultivos de alcachofas, lechuga, brócoli, coliflor, patatas, boniatos… Asimismo, la producción citrícola, uno de nuestros cultivos estrella por extensión y rentabilidad, también ha está tocada. Y es que, más del 40% del limón fino se ha quedado bajo de calibre y no va a tener salida comercial al exterior y, de lograr colocarlos en mercados nacionales, los precios serán ínfimos, por lo que nos enfrentamos a pérdidas de millones de euros que deben afrontar nuestros empresarios agrícolas.

Si por el sur de la provincia la sequía ha marcado un punto de inflexión en el crecimiento de nuestro sistema agrario, por el norte, donde después de tres años sin lluvias los agricultores recuperaban el aliento tras el invierno del 2017, en el mes de julio se encontraron con uno de los peores varapalos de los últimos años. La temida bacteria de la Xylella fastidiosa había llegado a la Península, y el primer foco se detectaba en una parcela de almendros de Guadalest.

   xyllela parcela triturada

A día de hoy, ya se han publicado 5 focos, con más de 106 parcelas afectadas en las comarcas de Marina Alta, Marina Baixa y El Comtat y la zona demarcada afecta a 73 municipios, a falta todavía de que Conselleria publique 7.000 muestras más que tiene en análisis.

Desde que la Conselleria empezó a aplicar el plan de erradicación masiva, por el que se tritura la parcela afectada, más cien metros a la redonda, se han arrancado un total de 500 almendros, solo en el primer foco. Además, están pendientes de arranque 250 hectáreas de almendro de secano incluidas en zonas afectadas del 2º, 3º, 4º y 5º foco.

En términos de producción, esta temporada en las comarcas afectadas por Xylella, la eliminación de árboles ha afectado a 2.000 kilos de almendra, que fue la almendra que se exterminó cuando se trituró la primera parcela en Guadalest, en la que se destruyeron 104 árboles. Afortunadamente, esta fue la única parcela que se trituró con producción en árbol.

La amenaza real afectará principalmente a la producción de almendra de estas zonas en la cosecha del 2018. Si se sigue con plan de erradicación se van a cargar todos los almendros de secano de las tres comarcas y la producción de estas zonas para 2018 será de un 80% menos. Y es que, el arranque de esos almendros puede suponer una pérdida de unos 300.000 kilos del fruto. ASAJA sigue en su lucha, junto con la asociación de afectados, en la petición de la sustitución del plan de erradicación masiva por un plan de contención, por el que sólo se eliminen los árboles infectados, y no los sanos, y porque se trabaje con contundencia en evitar la propagación de la plaga, apoyando decididamente al colectivo de agricultores afectados. 


parcela sin cultivar Vega Baja.


Dicho esto, la falta de agua y la Xylella son consecuencia directa de que la superficie agrícola en la provincia haya descendido un 1%, pasando en 2016 de 132.775 ha, a 131.389 ha en 2017
. En concreto, las hectáreas en producción que se contabilizan en la provincia de Alicante alcanzan las 131.389 has y las toneladas de frutas y hortalizas obtenidas, superan los 1,4 millones.

Los cambios más significativos se producen en frutales, que pierden 1.449 has. Ahora se contabilizan 31.391 has destinadas a este tipo de cultivo. El descenso en superficie también es muy importante en hortalizas, que pierden un mínimo de 1.000 hectáreas en las comarcas de la Vega baja y el Baix Vinalopó. Asimismo, los cereales pierden 439 has.

En cuanto a las producciones, destaca la caída de los kilos conseguidos de hortalizas (45 toneladas menos). Es decir, un 25% inferior a la de 2016. Ahora se contabilizan alrededor de 335.131 toneladas obtenidas.

Aumentan los cereales para grano hasta las 15,3 toneladas.

 

Avance por cultivos

Ø     Cítricos. Atendiendo a los datos de producción, las valoraciones son positivas, ya que se alcanzó una cosecha de 3.943.213 toneladas, 755.058 toneladas más que en la campaña anterior, y se obtuvieron rendimientos y calibres medios aceptables. Las cifras señalan que la producción de naranjas alcanzó una cifra de 1.853.661 t, la de mandarinas 1.773.417 t, la de limones 293.874 t, y la de pomelos 22.261 t. En la provincia los datos se desglosan de la siguiente forma: 137.380 t de naranjas, 287.197 de mandarinas, y 292.265 t de limones.

En cuanto a los precios medios de naranjas y mandarinas, se situaron alrededor de los 0,40 €/kg. El problema lo encontraron las mandarinas y naranjas tempranas, debido a la entrada libre sin aranceles de naranjas de Sudáfrica hasta finales de noviembre, que provocó sobreinundación de oferta y hundimiento de precios al inicio de la temporada. 

Destacar el incremento del precio del limón fresco en más de un 71%, convirtiendo ésta en una de las mejores campañas de los últimos 10 años. Si en la temporada 2014/2015 se pagaba el kilo en campo a una media de 0,70 céntimos, en 2015/2016 los precios para el agricultor llegaron a sobrepasar los 1.20€.


                        Limones sin calibre


Uva de mesa La producción de uva de mesa ha descendido un 20%, como consecuencia de las fuertes lluvias registradas en septiembre. Así, la amparada por la Denominación de Origen (el 69,3% de la producción total de la provincia), alcanzó los 40 millones de kilogramos, con un valor en campo que superó los 31 millones de euros. El precio de la variedad Aledo se ha mantenido aceptable y se ha vendido en campo alrededor de los 0,75-0,80€/kg, mientras que otras variedades no consiguieron prácticamente ni cubrir los costes de producción y se vendieron alrededor de los 0,50-0,55€/kg.

Ø       Uva de vino. La campaña 2017 en la provincia se ha saldado con un total de 26.332.072 kilos recogidos en bodegas, lo que supone una reducción del 19,15% respecto al año anterior.

Ø          Frutos secos (Almendra). Tras campañas anteriores en las que el almendro ha sufrido los estragos de la sequía, este año se ha percibido una recuperación del árbol gracias a las precipitaciones del invierno de 2017. En total, se han superado las 2.300 toneladas en la provincia. El mal dato viene de la mano de los precios que se han conseguido en origen. Han descendido entorno a un euro en un solo año. Así, la variedad Marcona se ha vendido a un precio medio de 6 euros, aunque también ha habido valores que no han superado los 5 euros.

Ø             Olivar. Se estima que la producción ha conseguido repuntar un 5% en la provincia y se barajan cifras provisionales que oscilan en los 40 millones de kilos. Si bien este dato sufrirá variaciones debido a las heladas de finales de año, que provocará mermas de importancia y a que en las zonas más tardías (Cañada, Benejama…). Respecto a la evolución de las cotizaciones del producto, la patronal de almazaras Infaoliva mostraban valores a finales de año que para los vírgenes extra oscilaban desde 3,45 euros/kg; vírgenes a partir de 3,41 euros/kg y lampantes con 3,36 euros/kg como punto de partida.

Ø              Granada. Este año las cantidades conseguidas han aumentado un 2%, es decir, se han producido en torno a 1.000 toneladas más, alcanzando una cifra que roza las 51.000 toneladas. El 50% de estas se comercializó bajo el distintivo de la Denominación de Origen Protegida de la Granada Mollar de Elche. En cuanto a los precios, los empresarios agrícolas estiman que han sido deplorables. Según las propias estimaciones de la Conselleria de Agricultura, el precio de la granada mollar se situó en 0,70 €/kg a principios de campaña (para variedades muy preciadas como la Wonderful se alcanzaron los 0,81€/kg), pero pronto cayó hasta los 0,42 €/kg e, incluso, los 0,30€/kg en campo, que ya apenas permite cubrir los costes. 

Ø            Hortalizas. Este es el cultivo que más ha sufrido los estragos de la grave sequía, que ha provocado que la superficie descienda en 945 has. El Departamento de Estadística de ASAJA Alicante estima que ahora hay alrededor de 11.238 has plantadas. En producción, se calcula que la bajada ha sido de 30.485 TM, es decir, un 25% inferior a la de 2016. Ahora se contabilizan alrededor de 335.131 toneladas obtenidas. De hecho, solo en origen ha habido un repunte de los valores que ha permitido que se haya generado más dinero bruto. Así, el valor de la producción hortícola en origen pasa de los 171.237.558 euros en 2016 a los 178.236.181 euros de 2017.   

Aunque la horquilla de precios es muy amplia y depende, entre otros muchos factores, de las calidades del producto, se calcula que la alcachofa, por ejemplo, pasa de los 0,40 €/kg a los que se vendía a principios de noviembre de 2016, al euro de ese mismo mes de 2017.



                         Hortalizas afectadas por sequía

       Ganadería. El año empezó con precios parecidos a los del año anterior, dato nada positivo para el sector, visto los bajos precios con los que cerramos el año. En el caso del sector más representativo en la provincia, que es la cabaña de ovino y caprino, destacar que, según los datos más recientes, en España hay contabilizadas alrededor de 16.000.000 de ovejas y 3.000.000 de cabras. En Alicante, las cifras se reparten de la siguiente forma: 88.729 ovejas, lo que supone el 0,55% del volumen nacional; y 34.965 cabras, que representa el 1,16% del total en España.

Atendiendo a los precios de la carne, durante el 2017 oscilaron de la siguiente forma el cabrito: de junio a agosto se cotizó entre los 4,50-5 e/kg; de septiembre a octubre se situó alrededor de los 4,50 e/kg; y en el mes de noviembre registró ligeras subidas hasta en diciembre alcanzar la cifra más alta del año, 5 e/kg. Reseñar que estos precios, en los casos más altos, se encuentran a nivel de costes de producción y cuando bajan de los 5 e/kg ya se consideran por debajo del coste de producción.

Para la carne de cordero, los precios del animal vivo antes del sacrificio oscilaron entre los 2,60 e/kg para el primer semestre del año y, conforme se acercaban las fechas navideñas fue aumentando, aunque también se quedó su cotización al nivel de costos de producción. Referido al precio de la leche, en la provincia la leche que cotiza es la de cabra. De febrero a septiembre cotizó a 0,60 céntimos el litro, y de octubre a diciembre se movió en una horquilla entre los 0,67-0,70 céntimos el litro.

 

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