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APAG Extremadura ASAJA reclama a las Administraciones más soluciones prácticas y menos números, porque el drama en muchas explotaciones ganaderas sigue persistiendo por culpa de la tuberculosis bovina.

Si bien esta organización agraria reconoce que la enfermedad ha remitido en lo que llevamos de año, aunque tímidamente, lamenta que la cabaña ganadera sigue descendiendo, mientras se incrementan las especies cinegéticas, un hecho que debe ser controlado de forma más exhaustiva por parte de la Administración regional para evitar que no estén tan en contacto con la ganadería.

Las pérdidas económicas están siendo claramente notables en muchas explotaciones ganaderas de Extremadura, al tiempo que se están viendo castigadas por exageradas medidas restrictivas al movimiento de animales, que inmovilizan al ganado en las explotaciones con un enorme perjuicio y de manejo para las empresas ganaderas.

Ante esta circunstancia, APAG Extremadura ASAJA propone como posibles soluciones que contribuyan a erradicar esta lacra la mejora de los índices de baremación a la realidad del daño económico que sufre una explotación, así como una compensación por pérdida del lucro cesante, o lo que es lo mismo, por pérdida de rentabilidad de animales que se encuentren en muy avanzado estado de gestación.

Igualmente pide que de una vez los gobernantes recojan el sentir del campo, de sus profesionales dedicados a este sector tan importante para la economía de la región, porque son los agricultores y ganaderos los que asientan las zonas rurales y los que evitan que los pueblos queden desérticos. Por último, insta a la Junta a que de una vez por todas tome decisiones prácticas en lugar de perder en tiempo en dar números y en tomar medidas que lo único que están provocando es más daño al ganadero.