Esta organización augura un muy mal final al sector cerealista en Extremadura si sigue por esta línea de precariedad económica, lo que repercutiría negativamente en la economía extremeña

La organización agraria APAG EXTREMADURA ASAJA denuncia la situación de precariedad económica y la drástica caída de los precios del sector cerealista en nuestra comunidad autónoma en la presente campaña.

La cosecha ha sido más baja de lo esperado, como consecuencia de plagas, malas hierbas y enfermedades (como el gusano de alambre o el  mosquito de trigo), a pesar de las excelentes condiciones climatológicas que se han dado en los últimos meses de esta primavera.

 En concreto, esta organización estima que las pérdidas que se han llegado a registrar en cualquier cultivo de cereal oscilan entre los 1.500-2.000 Kg/Ha. A esto se añade la bajada de precios que semana tras semana ha registrado tanto la cebada, como el trigo, la avena y el maíz. Cabe destacar que esta bajada de precios no es debido al aumento de producción del cereal en otras comunidades autónomas.

 PRECIOS

 Según se desprende de la Lonja Agropecuaria de Extremadura, en el periodo 19-26 del presente mes, la media de precios para el comprador es de 148,50 euros para la cebada, 154,5 para el trigo y 151,5 euros para la avena de país, si bien estos precios no se están respetando,vendiéndose incluso estos cultivos por debajo de la mínima.

 Asimismo, APAG EXTREMADURA ASAJA destaca que la bajada del precio del cereal no está repercutiendo en los piensos que destinan los ganaderos a sus explotaciones . En el caso de que así fuera, sí contribuiría al consumo de los cereales, aclara.

 Por otra parte, esta organización agraria recalca que de haberse llevado a cabo la quema controlada de rastrojos, los resultados hubiesen sido completamente opuestos a los que, por desgracia, se han dado en la región y ya, en concreto, en la Campiña Sur, si bien esta organización estima que los precios hubieran seguido siendo igualmente alarmantes.

 APAG EXTREMADURA ASAJA augura un muy mal final al sector cerealista en Extremadura si sigue por esta línea de precariedad económica, lo que repercutiría negativamente en la economía extremeña.