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El presidente de AVA-ASAJA afirma en la asamblea general que la campaña ha sido un rotundo fracaso y considera fundamental reconvertir 10.000 hectáreas para combatir la crisis de precios

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, defendió hoy, durante la celebración de la asamblea general,  la necesidad de que el Consell ponga en marcha una mesa de concertación citrícola que reúna a los diferentes estamentos del sector y a la propia administración autonómica con el objeto de articular un plan de actuación que permita adoptar una serie de medidas encaminadas a combatir la dura crisis de rentabilidad que sufre la actividad citrícola y, muy especialmente, los productores.

“La actual campaña citrícola está siendo un desastre sin paliativos, un fracaso total –argumentó Aguado ante los más de 200 compromisarios que asistieron a la asamblea de la entidad– y es preciso diseñar y desarrollar un plan de choque para evitar que los cítricos dejen de ser la fruta de saldo en la que se ha convertido y que se malvende como producto reclamo en los supermercados”. La primera de las propuestas que plantea AVA-ASAJA consiste en reconvertir 10.000 hectáreas de cítricos en la Comunitat Valenciana de las variedades clemunules, navelinas y navel, cuyas elevadas producciones se concentran en determinados periodos de la campaña y provocan el colapso de la oferta y el consiguiente hundimiento de las cotizaciones. El proyecto incluye la implantación, en la referida superficie a reconvertir, de variedades de mandarinas tempranas o tardías, preferentemente, aunque sin descartar tampoco la introducción de nuevos cultivos. La reconversión de esas 10.000 hectáreas permitiría retirar de los mercados algo más de 300.000 toneladas de esas variedades que lastran el correcto funcionamiento de la campaña.

“Esta proposición –explicó el presidente de AVA-ASAJA– es sólo un primer paso, consideramos que realista y perfectamente asumible, para ordenar la oferta y para tratar de favorecer la gestión de los mercados, porque lo que está claro es que así no podemos seguir campaña tras campaña. El año pasado se abandonaron más de 3.000 hectáreas de cítricos en la Comunitat Valenciana y durante la última década se han dejado de cultivar más de 24.500, lo que supone el 13,7% del total de la superficie citrícola. Los primeros en desaparecer son los productores, pero si no nos reorganizamos y empezamos a actuar como un sector serio, profesional y unido la citricultura valenciana puede tener los días contados o verse reducida a una sombra de lo que fue. Desde AVA-ASAJA no pensamos quedarnos de brazos cruzados y si verdaderamente queremos invertir la deplorable situación actual es necesario que lo hagamos todos juntos a través de esa mesa de concertación”.

Los referidos planes de reconversión varietal forman parte de un proyecto más amplio y ambicioso de reforma y reorganización del conjunto de la agricultura que los dirigentes de esta asociación agraria están trasladando, en sucesivas reuniones, a los responsables de los distintos partidos políticos para que tomen buena nota de las necesidades del sector agrario de cara a las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo.

Las medidas para reordenar el sector citrícola, dadas a conocer hoy por Aguado durante la asamblea general, incluyen, también y entre otras cosas, iniciativas para concentrar la oferta productiva y comercial, un plan estratégico para la obtención de nuevas variedades por parte del IVIA, el fomento del consumo a través de campañas de promoción o la introducción de cambios legislativos que hagan más eficiente el modelo de las organizaciones de productores.

El planteamiento de futuro que AVA-ASAJA está haciendo llegar a los partidos que concurren a la cita electoral de mayo recoge tanto medidas específicas para todos los sectores agropecuarios como reformas y mejoras en materia de mercado, investigación, estructuras, seguridad rural, medio ambiente o burocracia.

Cristóbal Aguado aprovechó su informe de gestión, que recibió el respaldo unánime de los compromisarios presentes en la asamblea, para analizar la crisis de precios que atraviesan la mayor parte de las actividades agrarias y ganaderas, con mención especial a la dramática situación de los sectores vinícola y porcino. Aludió también a los devastadores efectos de la sequía y a la falta de respuestas para paliar sus efectos, así como la desidia de la UE en materia de control de plagas.