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Félix Bariáin, presidente de UAGN, Luis Miguel Serrrano, secretario, y David Navarro, vocal de la sección de Jóvenes, denunciaron en rueda de prensa el pasado miércoles en Tudela la dramática situación que viven los agricultores por los daños causados por la fauna cinegética.


Félix Bariáin puso de manifiesto el ya conocido problema que existe en muchos lugares de Navarra por los daños cinegéticos y sobretodo en esta zona de la Ribera con nuestros amigos los conejos. “Antes que nada, y para que no se enfaden nuestros también amigos animalistas, decir que no tenemos nada en contra de ninguna especie salvo, las que ponen en entredicho y en juego nuestra actividad como agricultores y ganaderos. El otro día fue el oso y hoy nos hemos trasladado a la Ribera para denunciar los daños que estamos sufriendo por especies cuya población está totalmente descontrolada, como son conejos o jabalíes por ser los más dañinos con nuestros cultivos”, denunciaba tajante.
Continuaba diciendo “¿quién es el responsable de este descontrol cinegético? El Departamento de Medio Ambiente. 

Los agricultores y los ganaderos sabemos que tiene que existir un equilibrio sostenible entre el ejercicio de nuestra profesión y el medio ambiente, sabemos que tenemos que convivir con las especies cinegéticas, somos conscientes de ello y por supuesto lo aceptamos, lo que no podemos aceptar, es que por una deficiente gestión, por una errónea política medioambiental, seamos los grandes perjudicados de ese descontrol cinegético al que hacía referencia”.

Proseguía explicando como a día de hoy, el Departamento de Desarrollo Rural está absolutamente sobrepasado con el problema de la superpoblación de conejos y con una amenaza, que ya es más que una amenaza, como es el aumento de la población de jabalíes. La estimación del número de animales se mide en función de un conteo que se hace en una distancia determinada, que en el caso del conejo, sí que da lugar a errores porque se mimetiza con el paisaje muy fácilmente y además es un animal muy escurridizo que tiende a esconderse en agujeros bajo tierra dificultando esos conteos, por tanto, a nuestro juicio el número de capturas es un índice que se debe añadir al IKA ( índice kilométrico de abundancia) y que arrojan unos datos que lejos de atajar el problema lo han estabilizado todo ello a costa de los cultivos y las rentas de los agricultores.

     AÑO              CAPTURAS

     1995                  3.226

     2009                162.725

     2018                132.032

 

“Es decir, el número de capturas hoy en día es 40 veces mayor que hace 24 años, y lejos de solucionarse el problema, el número de animales y el daño a nuestros cultivos va creciendo año tras año”.

Denunció Bariáin como “el número de capturas hoy en día es 40 veces mayor que hace 24 años, y lejos de solucionarse el problema, el número de animales y el daño a nuestros cultivos va creciendo año tras año”.
Con el jabalí la situación se complica, se ha pasado de unas 3.500 capturas en la década de los 90, a casi 9.400 el año pasado. “No solamente tenemos que valorar negativamente el impacto que sufren nuestros cultivos, sino también la posibilidad de transmisión de enfermedades como peste porcina o tuberculosis que podrían afectar gravemente a nuestra cabaña ganadera, tal es así, que en nuestro país vecino Francia se está utilizando al ejército para intentar controlar la población de estos animales debido a su peligrosidad como agentes transmisores de esas enfermedades”, reivindicaba Bariáin.

Es importante destacar la peligrosidad en carretera, en 4 años desde el 2015, se ha incrementado un 150 % el número de accidentes en carretera, llegando en el año 2018 a un total de 479 accidentes. Seguía exponiendo que “sin poner en duda el esfuerzo tanto del personal de guarderío de Medio Ambiente, ni el de los cazadores, es evidente que el modelo actual hay que reforzarlo porque el objetivo de control de dichas especies ha fracasado. La manera de sufragar estos daños hasta el año 2011 era sencilla, el coto se hacía cargo del daño previa tasación de un perito, y el departamento de Medio Ambiente como responsable de las especies cinegéticas apoyaba a ese coto asumiendo un porcentaje de esos daños en función de la partida que había destinada a tal efecto en los presupuestos de dicho departamento. A partir de ese año, idea un sistema junto con Agroseguro, desentendiéndose del tema y pasando la pelota al seguro agrario, ¿qué ocurre? Ya de entrada el agricultor tiene que asumir el 20 % de franquicia, es decir, el 20 % de los daños no se le indemnizan. Si se declaran daños en una misma parcela durante dos años seguidos, la producción real esperada baja un 25 % Si son 3 años de los últimos 4, la producción real esperada baja a un 50 %. Y si declaras daños en los 4 últimos años directamente Agroseguro no te deja asegurar esa parcela”.

Para UAGN es importante denunciar esta injusta situación que estamos viviendo los agricultores y los ganaderos, pero sobre todo para concienciar a la opinión pública sobre este problema. “Para que nos hagamos una idea de la magnitud del problema, el Gobierno de Aragón ha estimado en su decreto ley, que el consumo de una oveja en campo equivale a 16 conejos, si solamente nos atenemos a las capturas, que no es un dato real, porque el número de animales vivos es mayor que el de capturas, estaríamos hablando que los daños en cultivos serían comparables al daño que puede hacer un rebaño de 8.250 ovejas sin control por nuestras fincas y cultivos, solamente en la Ribera de Navarra”.

Desde UAGN se proponen las siguientes soluciones:

  • Una mayor implicación de la administración, empezando por la creación de una mesa donde se analicen cifras y evolución de especies.
  • Análisis de daños indemnizados por agroseguro
  • Facilitar la caza de conejo y jabalí para lograr el equilibrio de poblaciones.
  • Acabar con las traslocaciones de conejo a otros cotos de Navarra,
  • Facilitar la participación de los agricultores,
  • Apoyo económico del departamento de desarrollo rural y medio ambiente para sufragar esos daños.
  • Implicación de los ayuntamientos

Por su parte, Luis Miguel Serrano, expuso como en 2009 comienza a entrar el daño por fauna cinegética en los seguros porque hubo un problema muy grave a nivel nacional con la fauna cinegética y agricultores. “Los daños de este año de Agroseguro son unas 1.000 hectáreas de cultivos hortícolas, cereales, viña y árboles frutales y estamos hablando de unos daños de 1.200.000€ solo este año. Si lo multiplicamos desde el año 2006 que es cuando empiezan los IKAS (indicador de la abundancia de una especie) a desbordarse, sería la cuenta de lo que llevamos soportando los agricultores todos los años. Esto es insostenible”

“En 2019 en Navarra hubo 165.000 capturas de conejos, de los cuales, 132.000 corresponden a La Ribera, dicho datos supone el 80 %”

David Navarro, matizó que además que “esos datos sólo tienen en cuenta lo que podemos obtener realmente desde Agroseguro porque no tenemos una estimación total que sería aún mayor. Están sin cuantificar las parcelas que no las ha cubierto el seguro, así como los daños que vienen de las reservas naturales y estaríamos hablando, por tanto de una cifra aún mayor. A eso habría que sumar los costes de muchos agricultores para poner medidas de protección para evitar esos daños”.

En cuanto a los indicadores de IKAS, se considera que a partir de 4 en el conejo ya hay una situación grave para la agricultura. “En el caso de la Ribera, la última vez que estuvo por debajo de 4 fue en 2003, desde entonces nunca ha bajado. El dato mayor ha estado entorno a 7, ha habido años por encima de 10, otros por encima de 20. En cuento a las capturas estamos hablando de lo mismo, este último año han habido 132.000 solo en La Ribera, en toda Navarra hay 165.000. “Esto quiere decir”, continúa “que el 80 % está concentrado aquí, especialmente en algunos municipios, sobre todo los de la margen derecha”.

¿Por qué es tan grave el tema de la fauna cinegética? Además de la evidencia que supone lo que comen, lo que destrozan, el riesgo medioambiental… Una especie en abundancia no es bueno para equilibrio medioambiental, pero además de todo esto tenemos que tener en cuenta la situación de la agricultura, en dónde el margen que se obtiene por hectárea es muy pequeño. “Por lo tanto, son necesarias muchas hectáreas para que el agricultor sea capaz de producir para compensar lo que pierde en las hectáreas que se comen. Entonces el problema es que, muchas explotaciones, debido a este daño cinegético, han tenido perdidas porque no pueden compensar todo lo que han perdido en esas hectáreas”, termina David Navarro.

 Fuente UAGN