De estos, 4 fueron grandes fuegos, ya que superaron las 500 hectáreas de superficie, frente a los dos grandes incendios registrados hasta el 20 de julio de 2013, aunque la cifra es menor a la media del decenio, cuando en este periodo la media son siete fuegos. Los años de la década con más grandes incendios fueron 2012, cuando se habían registrado 19 fuegos de más de 500 hectáreas, seguido por 2005 y 2009, que tuvieron 14.

Por tipo de vegetación, del total de hectáreas quemadas en este año, 5.564 hectáreas eran de superficie arbolada y 20.692 hectáreas de matorral y monte abierto. Además, ardieron 3.579 hectáreas de pastos y dehesas.

En cuanto a la distribución geográfica, el 42 por ciento de los siniestros se produjo en el noroeste; el 36,86 por ciento en las comunidades interiores y el 20,45 por ciento en el Mediterráneo, mientras que Canarias registró el 0,60 por ciento de los fuegos. En concreto, el 54,84 por ciento de la superficie forestal se quemó en el noroeste; el 27,99 por ciento en el Mediterráneo; el 17,13 por ciento en las comunidades interiores y el 0,04 por ciento en Canarias.

Respecto a la superficie arbolada, en las comunidades interiores ardió el 35,10 por ciento de las hectáreas; el 34,78 por ciento se quemó en el Mediterráneo y el 30,09 por ciento en el Noroeste, mientras que en Canarias se quemó el 0,03 por ciento.